Uno de los retratos de Hiroh Kikai

Hoy nadie debería acostarse sin conocer a Hiroh Kikai. Yo supe de su existencia y me enamoré de él ayer por la tarde en su exposición en Tabacalera. Ese lugar sobrecogedor y de arquitectura industrial donde se escuchan ecos de los muertos y las fotos gimen en las paredes iluminadas con luz ténue, teatral.

La muestra son retratos de seres anónimos en blanco y negro fotografiados en las inmediaciones del templo de Asakusa. Muchos podrían calificarse de freaks. Con todos te pararías a preguntarles por su vida, porque ya adivinas que no son vidas vulgares. El autor completa cada retrato con comentarios tan inspirados como los que siguen:

“Hombre joven que anduvo hasta aquí desde muy lejos”
“Un pequeño sorbo y estoy efervescente toda la noche”
“La mujer que me dijo que había estado criando una muñeca durante 28 años”
“Un hombre que me preguntó si le compraría su abono para el tren a medio usar”
“Hombre del abrigo que dijo que estaba hecho de la piel de 28 mapaches”
“La niña que dijo “claro que es real”
“Hombre que dijo que le pica la piel cuando está seca”

Miguel Trillo, Afluencias

Cada uno de ellos podría ser el título de un relato corto, pensé mientras recorría el recinto en una tarde de sábado por Lavapiés, Tirso de Molina y alrededores, el Madrid más pueblerino y multirracial que hay. Un plan de viaje sin salir de la ciudad que incluyó un rodaje casero de Bollywood en plena plaza de Lavapiés, una procesión de la Virgen del Rocío fuera de fechas y un café en el Barbieri con mis hermanos, esa compañía cálida que nunca falla y me hace reír y confiar en el futuro.

Pero sigo con Hiroh y algunas de sus reflexiones extraídas de una conversación/ entrevista que me he leído de arriba abajo y que empieza con una pregunta crucial: Sr Kikai,¿dónde nació usted? Y una vez que responde, contextualiza y deja caer algún grano poético en su discurso, aprendes por qué este hombre nacido el mismo año que terminó la Segunda Guerra Mundial hace esas fotos.

Mi corcho

1.“Si hubiese dejado la fotografía en ese momento, mi alma habría muerto. Daba igual si podía vivir o no de la fotografía, sabía que tenía que seguir fotografiando a la gente, que es mi tema principal y lo que realmente me interesa”. O sea, eso que llamamos vocación y que es un privilegio, aunque duela.

2.”El ser humano es un organismo misterioso y extraño“.

3.”Mis retratados con tan orgullosos y valientes como reyes, La forma en que viven tiene mucho que ver con el hecho de que existen en las fisuras de la sociedad”. Me encanta y me revuelve lo de las fisuras como vivero de personas diferentes.

Creo que los madrileños nos pasamos media vida despotricando de nuestra ciudad, se nos llena la boca de lugares comunes que tienen que ver con el tráfico, la contaminación, las manifestaciones o los precios de las casas. Pero a cambio disponemos de una oferta cultural tan amplia y diversa que puede convertir una tarde de tormenta en una expedición tan asombrosa y divertida que no te queda otra que terminarla regalándote unas flores y pidiendo pizza para cenar con tus hijas mientras ves “The Artist” sin que se te olvide del todo ese hombre japonés que te ha abierto muchas puertas y algunas ventanas. Tantas que al llegar no te ha quedado otra que escribir el arranque de un relato. Inspiración gratis total.

Stephen Shore

P.D. Además de Hiroh en Tabacalera se expone la magnífica  Afluencias. Costa Este-Costa Oeste del fotógrafo Miguel Trillo. O cómo los jóvenes y las tribus se expresan parecido en todos los puntos del planeta. Y el otro día vi a toda prisa la muestra de Stephen Shore en la Fundación Mapfre. Aún sigo colgada de la foto de esa mujer en la piscina!