Mi querida Big-Bang:

Ella iba en el tren contándole a alguien que su novio la había dejado por teléfono. Mi amiga M.escuchaba atentamente, suponemos que como el resto del vagón: “Y entonces, él me dijo:¿pero no te habías dado cuenta de que lo nuestro no funcionaba”. Y yo respondí; “pues, a priori, no”.

Yo también plantaría a una pareja que me dijera “a priori, no”. Como plantaría a quien añadiera a sus frases la coletilla “como digo yo”. Me parece que el tipo fue sumamente compasivo explicándole a la Srta. Priori los motivos de su decisión. Porque fijo que Priori es de las que dice que un edificio es “emblemático” y está convencida de que un plato de lentejas pasadas es una deconstrucción. De esas que se empeñan en explicarte el cuadro cuando vas a una exposición, y me atrevería a aventurar que viste el ñoño twin-set sin estar tan buena como Betsy, la maciza desquiciado/contenida de Mad Men.

Puestos a montar un pollo de pareja, a priori me parece mucho más interesante hacerlo por una serie de televisión. ¿Es mejor The Wire o Mad Men?. Al menos eso te garantiza una buena trama para el desamor. 50 minutos de glorioso guión donde jamás tendría cabida el siguiente fragmento de conversación de Miss Priori, que mi querida M. se apresuró a registrar: “Y entonces yo le dije: dame tu dirección, que te mandaré los dos libros que tienes en mi casa. Y él me dijo: ¿ah, es que no nos vamos a volver a ver nunca más? Y yo le respondí: pues a priori, no”.

Creo que urge que alguien escriba guiones para la ruptura. Ya es hora de superar los clásicos “No sos vos, soy yo”, o “hemos evolucionado por caminos separados”, el “tú a Boston, yo a California” o “no hay terceras personas, cariño”. Cuando las fórmulas se agotan los rituales se quedan huérfanos. Así sucedió en los funerales, cuando esa frase que me rechifla de “siempre se llevan a los mejores” empezó a parecer una ironía chunga. O cuando el “cuídamela, no sabes lo que te llevas” del padre de la novia se entendió en sentido estricto y literal.

De manera que voy a dedicar mi domingo a inventar maneras de romper sin coletillas ni lugares comunes. No se me ocurre una forma más constructiva para que en el AVE no te rompan los tímpanos con vulgaridad en sensurround. Al menos, a priori.