Activismo en pelotas. Fuck for Forest

Fuck for forest. Así se llama la ONG alemana que recauda fondos para proyectos ecológicos mediante la difusión de videos porno entre sus socios. Al parecer, cuentan con 4000 usuarios que se ponen las botas viendo a desconocidos follar a saco, con perdón, con causa y en plan amateur. Porque cada polvo rescata una sequoia o un abedul (yo con las especies me lío)  y es bien sabido que consumir sexo ajeno está muy feo, pero si es con coartada moral la cosa cambia.

Leo la noticia hoy y se me dispara la imaginación, esa loca desatada que encima carece de currículum como voyeur X. Me pregunto que si Günter y Kelly, pongamos, se lo hacen en un prado entre gorjeos de ruiseñor (vencejo? grajo? Con los pájaros me pasa como con los árboles) no estarán violando las sagradas normas de la organización, dado que con sus culos aplastarán no pocas briznas de hierba, y que es posible que alguna sustancia química corporal contamine el manto orgánico y que sus gemidos espanten a no pocas cabras (ovejas?) y polvo a polvo terminen alterando el ecosistema y un día estos ecologistas del amor se las vean con los otros, los de Greenpeace, que son bastante menos cariñosos y prefieren forcejear en barco y sin quitarse demasiada ropa.

Activismo vestido

A mí el activismo sobreactuado me ha parecido sospechoso de toda la vida. Y el porno, un mecanismo fácil para saltarse lo de la seducción y la alteridad y provocar un cataclismo rapidito mientras ya de paso te cuentan que la mujer es un objeto -depilado como un calamar, eso sí- y el hombre un sátiro con enorme pene y dos o tres movimientos en su coreografía íntima. Así que juntar singermornismo y onanismo se me antoja el tandem ideal para una ONG donde posturitas y salidos encontrarán un objetivo vital. Una cruzada, más bien.

Y entre orgasmo y orgasmo pensarán que están contrubuyendo a un mundo mejor, sin darse cuenta de que los de Fuck for Forest son más puritanos que la santa Iglesia Católica. Y lo que intentan con su iniciativa es captar a todos esos descarriados que se atiborran de sexo cibernético los viernes y festivos (algunos entran a este blog por error, calientes perdidos al leer su título, y se deben quedar petrificados de decepción empiezan a leer. Lo que viene siendo un coitus interruptus en toda regla).

El mensaje salvífico es obvio: “Queridos hermanos, ya que vais a pecar de todos modos hacedlo sabiendo que redimís parte de vuestra culpa. Cada click vuestro es una margarita silvestre que sobrevivirá. Cada cinco clicks, un castaño y por el pack de 100 clicks no os saldrán granos como decían esos señores de antes sino que entraréis en un sorteo de muñenas hinchables que cantan “Edelweiss, edelweiss” cuando os sobreviene el orgasmo.

Aquí lo dejo, que este post lo leen a veces mis Chukis y no quisiera que se avergonzaran de su madre. Dejo además la dirección de la ONG por si alquien se anima y porque creo que desgrava en la Declaración de la Renta. Un saludo a los salidillos del bosque y un claim gratis a los organizadores, para que vean que las del cole de las monjas nos perdimos mucho cine del bueno, pero  a imaginación no nos gana nadie: “Tírate a tu novio/a ante las cámaras y evitarás que alguien tire un pino candiense”. O algo así…