Mi querida Big-Bang:

Tenemos que hablar. De acuerdo, cuando a uno le dicen esa frase suele ser para romper. Hablar y cortar una relación son sinónimos pero, ¿entonces el silencio es lo que perpetúa el amor? 

La cuestión es que casi dos años después de tumbarme en tu diván mis contradicciones han ido in crescendo mientras mi cuenta corriente se quedaba exhausta. Cuestas lo mismo que unos Jimmy Choo que me están llamando a gritos desde el escaparate de una zapatería, y lo he interpretado como una señal: si no puedo reparar los cables de mi cabeza, sí lucir unos pies deluxe. La vida interior está muy, muy sobrevalorada.

Dos años de terapia me han hecho una resabiada, una temperamental militante, una rapsoda sin verso. En las cenas de sociedad soy capaz de epatar con dos o tres conceptos lacanianos, pero luego, en casa, no sé dormir sin las pastillacas. Es más, mi botiquín está completo, de la A a la Z, y sin embargo esta desazón mañanera sigue ahí. Justo debajo de las mechas que cambian peligrosamente de color según el brote psicótico de la temporada.

Te dejo, porque te has quedado fuera, descatalogada y apenas tomas notas de lo mío. Te aburro, me aburres, y es mejor que quedemos como amigas. Eso es lo que dicen las parejas cuando rompen, una vulgaridad que no oculta la evidencia: tú a Boston y yo a California…

Te dejo. Me han hablado de un tal Gabriel Byrne que hace terapia mientras te mira intensamente. Voy a escribirle a ver si le interesa mi caso. El hombre es de pocas palabras, lo sé, pero tan guapo que siempre podemos mirarnos a los ojos y mantener ahí, clavada en el chester de cuero, la tensión sexual no resuelta.

No sos vos, soy yo. Eso también lo dicen los que rompen, para aligerar el peso de la culpa. Pero realidad pienso que elegí mal a la interlocutora. Que fuera sordomuda parecía transgresor y moderno, pero he acabado hablando sola a 100 eurazos la sesión. Y eso sólo le mola a un tal Woody Allen que, por cierto, también se aburre. Al menos eso deduzco de su cine.

Haz lo que quieras con mi historial, menos tirarlo a un contenedor, que los carga el diablo. Y ahora sí, ahí te va la despedida.http://youtu.be/ansayqrjgxk