1. “Qué manía tenéis de escribir en idiomas que no conocéis“. Tiene razón U. A veces el español o castellano se nos atraganta y proferimos frases inconexas más propias de una invocación a Satán que de un texto periodístico/literario.

2.”A estas alturas, lo mejor es bañador o topless”. Mi amiga B. es un pozo de sabiduría con unas piernas espectaculares. Pasados los cuarenta, argumenta, conviene no andarse con medias tintas. O todo, o nada. Va a haber que frecuentar la playa de Torimbia a tope estas vacaciones, chicas!

3. “Un hombre puede estar mucho más lejos que la geografía”. Y una mujer también, querido saltamontes. El alejamiento es un estado mental más que físico, y no se acorta ni conduciendo un Ferrari Testarrosa.

4. “Necesito recuperar la cordura o la cobertura“. Cierto, pero puestos a elegir tengamos en cuenta que la segunda sin la primera apenas vale para llamar a los bomberos o a la policía. 

5.”Kennedy tenía la mayor parte de los atributos del líder. Lo que le perdió fue el sexo. (Vamos, que era un salido)”. Me he propuesto investigar las pulsiones sexuales de los líderes. Berlusconi, Dominique Strauss-Kahn, Clinton…etc. ¿A todos les da por lo mismo?

6.”Me he cortado el pelo con un video tutelado”. La crisis dispara las habilidades. Por mucho que la macroeconomía arroje cohetes al cielo en forma de datos esperanzadores, mucha gente a mi alrededor sigue en economía de guerra y con los ingenios al rojo vivo.

7.”En el psicotécnico de conducir se podían hacer 6000 fallos. Hice 5850″. C. es un crack y está asustadísima ante la posibilidad de que le den el carnet de conducir. Asegura que cuando le firmaron el certificado de apta le dijeron: “Prométanos que no conducirá con esas gafas”.

8.Mamá, hoy también nos vamos a perder, ¿verdad? Si, hija, seguramente. Es una maldición semejante a la de Eva y su enemistad con la serpiente en el Antiguo Testamento. Prometo hacer my best y perderme a tu lado en parajes verdes y con un bar cerquita.