“Su única hija se había convertido en una piscina”.

1.Esta madrugada he vuelto a Cheever (Relatos, Ed. Emecé). A su puntería letal en la descripción de Nerissa -“una delgada y estéril soltera de treinta años” a la que se le ve la combinación por debajo del vestido y lleva los zapatos “apelmazados de barro”. Afuera unos gatos se enzarzaban en una ceremonia salvaje de maullidos con sangre y 2. Me he esparcido sobre las muñecas unas gotas de L´eau bleue de  Miu Miu sin venir a cuento o tal vez para espantar el olor acre del mal sueño. Gracias, querida C. por tu regalo. Este será mi olor de primavera.

(Encontrar una fragancia que case con tus intenciones no es fácil. Que te la regalen se parece mucho al milagro)

3.Como cada madrugada, he saltado por la prensa digital y sorteado el absurdo y olido el apocalipsis. He lamentado el ocaso del genio aplastado por el ingenio y 4. me he bebido, disciplinadamente, mi medio vaso de agua templada con limón. Los pájaros de fuera han postpuesto sus trinos a las 6.03 horas, cuando ya pensaba abrir las ventanas y gritarles: ¡se puede saber qué pasa con vosotros?? Arriba, gandules!
5.He pensado que los desinformados viven más tranquilos, aunque tienen más razones para inquietarse.
6.He vigilado (brevemente) el sueño de mi hija pequeña, que respiraba como quien arrastra un saco de piedras.He aspirado su olor a ternerilla.
7.He sopesado la posibilidad de un haiku y escrito al director de mi banco: “Muchas gracias, un saludo”. Resolutiva y escueta por cerrar un capítulo que pudo ser batalla con heridos y vendas.
8.He comprado una aspiradora en Amazon. Me llegará con suerte a tiempo o esos ácaros se harán aún más fuertes en la Casa.
9.He leído a Susan Miller, que no sólo de grandes escritores norteamericanos, alcohólicos y depresivos vive el hombre (y en este caso la mujer). He apuntado el 26-A como el día D, con o sin desembarco.

Oslo

10.He considerado seriamente vivir de 4 am a 21 pm. La franja horaria que más conviene a mis biorritmos. He tachado de mí misma la propuesta porque me quedaría sin amigos. Claro que podría ser si nos mudamos a Noruega y no es del todo disparatado. Ayer mi adolescente y yo nos amigamos en el sofá y vimos un reportaje en la tele sobre Oslo donde un profesional de éxito español se calzaba sobre sus zapatos de tafilete unas calzas de goma para desafiar el agua y la nieve sin perder la compostura y recitaba el país en cifras. Lo mismo que diría yo a cámara si estuviera allí y quisiera fingir felicidad.
11.Me ha parecido que Cheever es moderno y tan contemporáneo! Y que nadie hablará de un you tuber iletrado y de éxito fugaz cuando hayamos muerto.
12. Que es tiempo de barnices, no de profundidades. Que prefiero las maderas nobles, me hacen hincarme de rodillas y rezar sin ton ni son. Que el Politus es un gran invento, como la tira adhesiva para los bajos de cortinas.
13.Que sólo soy responsable de lo que toco y digo, de mis actos insólitos y firmes. De mi fragilidad tan asumida bajo esta fortaleza de mañanas. De mi empuje y mis zancadas. De mi optimismo superviviente, ese don infinito.
14. Que el reloj no se adapta a mis urgencias. Que ser tan Aries es muy precipitado, muy condicionante y no hay pastillas.
15.Que fue gozoso ver con mi hija el video de la niña de Albacete “Ahora o nunca” sobre frases machistas con las que crecemos, y comprobar que no pestañeaba y que corría a compartirlo en sus redes. Gracias, J.
16.Que es muy recomendable observar y esperar. Tomar nota de todo, los detalles pequeños que gritan elocuencia. Entender la cobardía del débil.  Celebrar la grandeza del grande. Seguir confiando. Trabajar, trabajar. Y agradecer.

Y de pronto eran las 6.52. Y todo estaba bien.