Buscar las zapatillas a los pies de la cama, tiritando. Emprenderme descalza, ese frío polar tan madrugada. El único café del día tras esa larga dieta de placeres lo preparo despacio, morosa en el ritual de elegir la mejor taza, con su plato muy hondo que encaja como un lego y mereció ser parido en la Bauhaus, estoy segura. (Y lo apuro sin prisas, ahora…