SI SE INUNDA TU CASA Y LLORAS SECO, DESANGELADAMENTE

En pie desde las cinco de la mañana. Stop. Anoche lo último que escuché en la BBC News World Service fue la noticia sobre las dimisiones en España de altos cargos que se han vacunado cuando no les correspondía. Picaresca del siglo XXI. Cada noche compruebo que existimos para esta emisora de radio que me acuna en inglés por tres motivos principales: el deporte, las…

NADA ESTÁ TERMINADO HASTA QUE ELLA LO VE (un amor distinto)

arte, Libros, Mujer, Ocio Virginia Galvín

Hace unas semanas adquirí una butaca gris para leer y, eventualmente, escribir. Debía recogerme pero no incitarme a la siesta. Abrigarme el gesto pero sin deformarse por la curva despistada y zigzagueante de mi espina dorsal. Enseguida mi madre entendió que necesitada un puf para apoyar los pies, y me regaló uno suyo -un cubo marrón anodino- que no pega demasiado pero cumple su propósito…

TRES TINTES RUBIOS TRISCABAN EN UN TRIGAL (delirios confinados)

Coronavirus, Libros, Mujer Virginia Galvín

…O puede que un efecto inesperado del confinamiento sea que nos estamos tropezando con nuestros avatares más que nunca. La verdad desnuda se impone cuando apagas el ruido de esas intendencias prosaicas que abandonamos el día que cayó la bomba silenciosa e invisible y nos hizo estatuas de sal. Prohibido volverse, abrazar, tocar lo que tocaron los demás. Maldición bíblica. Antiguo Testamento. ¿Qué hago yo…

PUESTAS AL FUEGO TODAS LAS MUJERES SON PELIRROJAS

Libros, Ocio Virginia Galvín

“Puestas al fuego, todas las mujeres son pelirrojas” De acuerdo, André Bretón, recojo tu surreal cadáver exquisito y vomito en arcadas incendiadas: Puestos al charco de la incertidumbre, todos los hombres son pájaros con las alas mojadas, tiritando con dientes como sierras bajo el pico sin filo, devastado… …y las castañas se parecen al amor si están sobre las brasas y crepitan en Fa mayor…

CHUPARSE LA SAL DEL BORDE DE LOS LABIOS

Familia, Libros, Ocio, Otras noticias, Viajes Virginia Galvín

De pronto me miro los dedos y me han crecido las uñas sin permiso. A su libre albedrío y por efecto acelerado del olvido. Corro a buscar las tijeras y piso arenilla de playa bajo mis pies. Me desagrada su tacto tanto como las lunas blancas que coronan apenas dos milímetros mis manos. Manías de diván que no tengo tiempo ni ganas de explorar. Puede…