A veces hay que reconocer la derrota. El acto, en sí mismo, te permite descansar. Esto vale igual para unas elecciones, un desamor o una noche de insomnio. Es decir, que el líder que no reconoce que ha perdido no apaga el motor y sigue al ralentí quemando sueños mientras brinda a su público el espectáculo más grotesco. El amante no correspondido que persevera termina…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi amiga A. emplea el Lexatín para volar en los aviones, no porque tenga miedo a las alturas, sino a sí misma a 8000 metros. C, por su parte, hace uso del Myolastán para entrar en fase REM eterna cuando no puede más con su marido y sus hijos. Y mi Atarax es mano de santo en esas noches en las que cabeza y…
¿Cómo se despide al psicoanalista? Posibles respuestas: 1-No sos vos, soy yo (a la cara, con expresión nihilista de empastillada reincidente). 2-Por SMS (ellos no llevan whatsapp): Lo siento, mi subconsciente está de vacaciones. 3.Con un ERE. “Es una lotería, te ha tocado a ti como podía haberle tocado a otro”. 4.Con una amenaza. “Hacienda me persigue por contribuir al fraude al pagarte sin que…
Uno no es nadie hasta que le han pinchado el teléfono. El estatus, eso tan intangible que convierte las miradas de los demás en trofeos de caza y pesca, es caprichoso como la donna. Si no viene solo, es menester forzarlo. O puedo que no. Que uno no sea nadie hasta que logre que el otro le mire de igual a igual. Los divanes se…
Mi querida Big-Bang: Andreu Buenafuente es un tipo que ficha gente brillante y no teme que le hagan sombra. Aviso que no soy seguidora de su programa, porque me acuesto con los Lunnies. Tampoco me desternillo con su humor, aunque disfruto de su inteligencia concentrada como un caldo Avecrén, “ahora, con auténtico pollo” (“¿Cón qué coño lo hacíais antes?”, se pregunta un ocurrente grupo de…