Se llamaba Perro Móvil. Así lo habían rebautizado mis hermanos y me parece uno de los mejores motes de la historia universal. Creo recordar que hacía alusión a la velocidad con la que el tipo huía de las situaciones de peligro. Perro Móvil, era, pongamos, la versión de barrio y bocadillo de Nocilla del Capitán Araña. Los alias de los terroristas siempre me han llamado…