Mi adolescente me cuenta desde su turno paterno de vacaciones que ha heredado las zapatillas de andar por casa de su abuelo, que murió hace un mes. Me conmueve imaginarla con un calzado mucho más grande que sus pies, adaptado a la horma de otros pies que fueron y ya no caminan. Me informa además de que el sitio de su abuelo a la mesa,…