MADRES E HIJAS

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang: Anoche hice un corte de mangas al fútbol (uno más, por tanto podría obviar la reseña, pero no) y fui a ver “Madres e hijas”, de Rodrigo García. Mi engrasada máquina de enteradilla con prejuicios y cierto barniz barato de espectadora fetén se puso a elucubrar: “será la típica comedia fácil que explota el vínculo a partir de lugares comunes, como la…

DORIS DAY HA MUERTO

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querdida Big-Bang: Alguien escribió eso de “no es bueno que el hombre esté solo” y muchos se lo han tomado al pie de la letra. Antes de que las hordas de machos me ataquen con saña y pobreza de argumentos, aportaré mis pruebas: hombre-1 estaba frente a mí por motivos profesionales. Yo lo miraba y tomaba mis notas, dibujando ninfas yonquis en las márgenes…

PENTIMENTOS

Otras noticias Virginia Galvín

Miquerida Big-Bang: Una de mis desviaciones favoritas consiste en buscar pentimentos en los cuadros. La pata de un caballo que el pintor borró para levantarla dos palmos más, el collar de perlas que antecedió a la leve cadenita de oro… Los arrepentimientos de autor me ponen cachondísima, porque ellos murieron sin sospechar siquiera que varios siglos después sería desenmascarado su primer impulso al emerger el…

LARGO ADIÓS

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang: “Cuando leas estas líneas, estaré muy lejos”. Es la frase que se utiliza tradicionalmente para pirarse de los sitios y de las personas, excepto si eres adolescente estilo el de “El guardián entre el centeno”, en cuyo caso te largas y punto. La huida hacia adelante siempre ha sido mi especialidad. Considero que saber marcharse es un arte similar a saber darse…

PISTAS FALSAS

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang; Desayuno Variaciones Goldberg con boldo para limpiar el hígado. Es uno de esos tándem que funcionan y que consiguen mantener la bilis a raya. La confusión me acecha como el áspid de Cleopatra. Si ayer éramos la roja, ¿por qué nuestros jugadores llevaban la camiseta azul? ¿Nadie sabe que no se pueden ir arrojando pistas falsas al personal, justo la noche en…

¿MUSLO O PECHUGA?

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang. Definitivamente los de Nespresso me han tachado de su selecta carta de clientes VIP. Pero es que si me muerdo la lengua, reviento. Yo quería 100 cápsulas azules, 50 verdes y 20 marrones. Y así lo manifesté. Rapidito, en voz alta y sin parpadear. La atildada dependienta, insatisfecha, intentó llevarme por el buen camino Clooney y que le dijera los nombrecitos, no…

DEJÀ VU

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang: Supón que llevas una temporada presa de un dejà vu tras otro. Nada te sorprende, porque ya lo has vivido. Supón que el dejà vu te sobreviene en pleno orgasmo, ¿a que empieza a inquietarte? No , no me ha pasado a mí, y no pienso relatarte mi casquería sexual, como pretendes. Le ha pasado a mi amiga I. y anda inquieta…

UN GENIO, DOS BOTELLAS

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang: A Mr.Rubidio le parece un despropósito que salga con un desconocido conocido a pie de barra de bar. “Nena, del fondo de una botella sólo salen disgustos, ya tú sabes”. Yo, sin embargo, creo firmemente en que si frotas pueden emerger genios zumbones que te conceden tres deseos: “inmortalidad, un fondo de armario estilo Joan Collins y una melena espesa y rubia…

POR DETRÁS, ERES MÁS

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang: Hay personas que entran en nuestra vida por la puerta de delante y personas que lo hacen por la de atrás. A las primeras sales a recibirlas vestida y convenientemente calzada, pero las otras te sorprenden en zapatillas y con esas horribles mallas de algodón color panza de burro que nunca tiras. Para unas haces un posado y metes tripa si procede;…

ABSOLUTO RADICAL

Otras noticias Virginia Galvín

Mi querida Big-Bang: “Ya somos el olvido que seremos” en una gran frase, espero que estés de acuerdo. Se le atribuye a Borges, así que el hombre añade un ingrediente más a su eternidad brillante, poémica y ciega; luego, el gran Héctor Abad Facciolince (qué segundo apellido, dios!), la roba y la convierte en título de una gran novela, y a mí algunas noches me…