JUAN POR UN DÍA

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Querida Big-Bang: Mi hija mi pidió este verano con claridad: “llámame Juan por un día”. Está convencida de que ser niño tiene muchas más ventajas de serie que ser niña. Como el BMW respecto al Panda, pongamos. Juan por un día se viste con jeans y camiseta de churrero sin mangas, agarra su escopeta de dardos y su monopatín y se echa a la calle…

LA CHOCITA DEL LORO

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Mi querida Big-Bang: Donde las dan, las toman. La frase resume a la perfección el desenlace de una velada canalla de la que aún no me he recuperado. A pesar del Espidifén, el Nurofén y todo lo que encontré en el botiquín acabado en “fén”. La culpa de todo la tuvo la Chocita del Loro. Un local de monólogos a donde fui con dos amigos…

AMOR POR CONVENIENCIA

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Mi querida Big-Bang: Cuando una se gasta 185 eurazos en unos zapatos rosas forrados en tul, “a conjunto” con el vestido, está condenada al escarnio social de las rencorosas o a repetir look en seis o siete bodas para amortizarlos. En el caso de mi compi V.B. se han juntado ambas penitencias y desde aquí le reitero mi profunda solidaridad. Todas hemos tenido el momento…

LA VISA O LA VIDA

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Mi querida Big-Bang: Mi abuela solía decir: “A robar, a Sierra Morena”. Lo hacía en los restaurantes, sí, justo cuando llegaba la cuenta, y toda la familia escondíamos la cabeza en el mantel por el corte, mientras el camarero balbuceaba una explicación desmayada sobre el elevado precio en mercado de la merluza o lo que se suda cogiendo judías de la mata. Ella, que nunca…