Leo que  a partir de los tres años de relación aumenta el riesgo de infidelidad en la pareja. El estudio, riguroso, lo ha realizado una página de contactos extramatrimoniales llamada AshleyMadison.com. Su reclamo es: ten una aventura (como el de Faunia o el del Parque de Atracciones) O sea, una que se forra con los cuernos y facilita las cosas a esos hombres y mujeres que necesitan un extra de excitación en sus vidas.

Se me ocurre que este mismo portal debería incorporar el banner de una agencia de detectives, con un reclamo como este: ¿Tres años ya con el mismo/la misma? Empiece a sospechar AHORA. Detectives Hammett investiga a su pareja y detecta cualquier infidelidad antes de que se produzca”.

Además, la web sería el vivero perfecto para un servicio de psicólogos, otro de coaching sentimental, un tercero de mediadores familiares, abogados divorcistas, canguros 24 horas y asistentas, por citar sólo unos cuantos. Por no hablar de merchadising de gadgets para espiar, para despistar a la pareja cuando uno está con su amante, aparatitos de alto contenido erótico, libros de autoayuda, detectores de ADN íntimo y así.

Es probable que el mercado de los cuernos sea mucho más rentable que el del amor, de ahí que muchos se empeñen en glosar lo infieles que somos con estadísticas como esta: Tanto
que casi el 77% de las mujeres y el 66% de los hombres admiten que
tener un amante ha tenido un efecto positivo en su relación.

Sin duda poner cuernos es muy saludable.  De hecho, toda pareja debería practicar cada trienio y así serían eternamente felices.  La realidad es que en toda mi vida de observadora de parejas no he encontrado a una sola que sostenga lo bien que le sentó engañar al otro.  Tengo amigos modernícolas que le quitan hierro a la cosa y separan sexo de amor con desenfadada naturalidad. Pero cuando han sabido que el otro andaba despistado con un hombre o una mujer reconocen haber sentido un pellizco en el estómago, y a veces en el corazón.

A riesgo de perder mi sólida reputación de moderna, les diría a los de AshleyMadison.com que se inventen estudios más verosímiles. Como que follar con muchos, con perdón, además de con la pareja, es beneficioso para la salud, cardiosaludable y favorece la sociabilidad y la variación en el menú de cama y sofá. Pero que saberse único y excepcional para alguien dibuja un territorio de intimidad profunda y eso tan básico y necesario en el amor que es la confianza.

Y que además los cuernos requieren mucha energía y capacidad de fabular mentiras arriesgadas. Vamos, que seguramente a la larga no compensa.