De pronto me miro los dedos y me han crecido las uñas sin permiso. A su libre albedrío y por efecto acelerado del olvido. Corro a buscar las tijeras y piso arenilla de playa bajo mis pies. Me desagrada su tacto tanto como las lunas blancas que coronan apenas dos milímetros mis manos. Manías de diván que no tengo tiempo ni ganas de explorar. Puede…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosP { margin-bottom: 0.21cm; }El pueblo olía a estiércol y la casa a un potente matamosquitos que no entendía de perfumes florales. Anoche, bajando las escaleras angostas, me invadieron de pronto ambos aromas que ha amordazado el tiempo, aunque queda un remedo que estalló sin preaviso en el recodo de los peldaños de la casa que fue de mis bisabuelos, Casa Marco, porque aquí los…
P { margin-bottom: 0.21cm;Uno llega y coloniza. Conoce, reconoce y transforma. Forra el sofá con una sábana limpia, sumisa y cotidiana. Corta o le cortan unas hortensias del jardín, que pasan a sendos recipientes y enseñorean la casa. Adquiere un hule en el bazar del pueblo, un hule feo según sus cánones estéticos pero que cumple su función. Mueve la mesa y su banco del…
Olvidos y deseos “De mi pequeño reino afortunado me quedó esta costumbre de calor y una imposible propensión al mito“. (J. Gil de Biedma) De mi voraz hambre de soledad, de cierta soledad al menos, podría deducirse que devoro páginas como una quijotesa ensimismada. Pero no. Me da por preparar un equipaje con tanta morosidad que pareciera que voy a emprender una expedición por el…
Ayer la escritora mexicana Bárbara Jacobs decía en Babelia que si le daban a elegir entre escribir una carta a alguien o invitarle a tomar un café, escogía lo primero. Me sentí identificada de inmediato. He llegado a la recta final antes de las vacaciones con la sensación de una necesidad urgente de tiempo conmigo misma que me hace estar irritable a ratos y sin…
El vestíbulo de nuestro hotel huele a Mr Proper. Me gusta el olor a limpio sin embozos de ambientador. El ambientador estándar me revuelve las tripas. Las tripas siempre se dicen en plural, como “mis abogados”, cuando en realidad sólo tenemos una tripa y a veces ni siquiera un picapleitos de cabecera. La mía es una mujer sólida como el pedernal y se llama Esperanza….
Cada verano, el día antes de vacaciones, hago algo que podría impedirme ir de vacaciones. Algo a lo grande, me refiero. Verano 2014: llenar el tanque de gasoil con gasolina (¿O era al revés?), justo después de haber lavado el coche a conciencia y pronunciado con la tradicional pompa las palabras mágicas de madre motivada: ¡Chicas, estamos de vacaciones! (es nuestro “Viva San Fermín”) Verano…
“Ese pastel sabe a mi matrimonio”, dijo ella torciendo levemente el gesto. El praliné hace más de veinte años es el dulce del sí quiero aunque no quieras. Uno elige el postre y elige el libro con el que se enfrentará esa noche. Si puede, elige el argumentario de madre cabal mientras contempla la maleta atiborrada de su hija, dispuesta sobre su cama, y entiende…
“Tres veces me han arrebatado la casa y la existencia, me han separado de mi vida anterior y de mi pasado, y con dramática vehemencia me han arrojado al vacío, en ese “no sé adónde ir” que ya me resulta tan familiar. Pero no me quejo: es precisamente el apátrida el que se convierte en un hombre libre, libre en un sentido nuevo; sólo aquel…
Aviso previo: este texto va a carecer de tildes porque soy okupa de ordenador ajeno y no escribo holandés, de manera que es posible que abuse de las jotas -aqui la guturalidad es tendencia- y que hable de patatas fritas con mayonesa como de alta cocina. El merito de haber llegado hasta este teclado no es ortografico, desde luego. Tiene que ver mas con no…