B. envía la crónica de la última quedada de amigas de la universidad, que me perdí devorada por una agenda social delirante gracias a ARCO,  donde las fronteras entre el arte, el esnobismo y el alcohol no estaban demasiado claras. (O sea, lo normal). En su crónica habla de una del grupo de íntiimas y su novio, de quienes no pondré ni las iniciales, que…