…O puede que un efecto inesperado del confinamiento sea que nos estamos tropezando con nuestros avatares más que nunca. La verdad desnuda se impone cuando apagas el ruido de esas intendencias prosaicas que abandonamos el día que cayó la bomba silenciosa e invisible y nos hizo estatuas de sal. Prohibido volverse, abrazar, tocar lo que tocaron los demás. Maldición bíblica. Antiguo Testamento. ¿Qué hago yo…