A menudo se habla de la reciprocidad en el amor. “No me quiere tanto como yo a él”. “No está tan enamorada como yo”… Los registros dramáticos de lamentos en las parejas son tan previsibles como asombrosamente vulgares. Pero en la amistad también sobrevienen desniveles o grietas  y no se paran las rotativas cuando se desencadena un titular funesto. Quizás porque es menos literario, menos…