Confieso que el asalto al Capitolio me sigue quitando el sueño. Es un acto de profunda barbarie que demuestra hasta qué punto las masas son capaces de los actos más abyectos y dramáticos. Ser masa es renunciar al criterio, ese ejercicio que requiere tiempo, esfuerzo, compromiso y capacidad de decir “no, gracias” a propuestas de toda índole, vengan de donde vengan. Lo que no debe…