Confieso que veo algunas noches un programa llamado “First dates” (Primeras citas) y en mi pecado llevo mi penitencia. La cosa es como sigue: Mi sobrina, ahijada y compañera de piso este verano y yo nos confabulamos para quitarnos la culpa de la conciencia viendo el Telediario -sin éxito, porque el de TVE, el primero, el clásico, cede minutos a contar el lanzamiento de un…