El primer día de playa está escrito antes de pisar la arena con tus pies. Es un cuadro de trazos vigorosos que uno guarda en septiembre y recupera en julio, a la inversa que las alfombras. Hay tanto anhelo detrás de ese golpe de mar que conviene protegerse de las olas, no sea que te engullan por exceso de estusiasmo. El primer día de playa…