1-Quitar piojos es subir al monte de Sísifo. También es una cura contra toda soberbia o tentación de glamour consolidado. Eres madre, quitas piojos. Ya está. 2-Si tres hombres te dicen algo por la calle y presumiblemente no han bebido porque son las 8 AM no es que de repente estés muy buena. Es que traías el vestido por la cintura. Adiós a cualquier tentación…