Sucede que a menudo quemo las tostadas. Las calcino. Me gusta ese olor acre, mortuorio, que no se parece a ningún otro y que penetra entre las juntas de los azulejos de la cocina, y te lo llevas puesto en el pelo, las manos o en las ingles. El olfato se aprecia cuando te constipas, es un sentido malogrado, el tonto de la clase. Quedarse…