¿Cuántos pensamientos caben en ocho minutos de descenso hasta que te estrellas? El tiempo es elástico. A veces vuela, a veces se empeña en demorarse tanto que nunca llegas al punto de ebullición. Pensarían: no besé a mi mujer. No cancelé esa cuenta secreta a donde desvío los fondos de mi miseria. No llevo mi traje favorito. No voy a conocer a mi hijo. Hace…