Ser joven no es tener veinte años, petarlo en Instagram con tus morritos y aguantar hasta la seis de la mañana sin que te duela el alma al día siguiente. Es sentirse íntima y descaradamente inmortal. Por ti y tus compañeros, pero por ti el primero. El día en el que ya no es así, y empiezas a ver que a tu alrededor silban los…