Poppy Delavigne Me piden que escriba sobre las it-girls y lo primero que se me ocurre es: Una it-girl es siempre intercambiable por otra. Todas son lánguidas, todas tienen las piernas largas y finas y todas pegan golpes de melena aunque carezcan de melena. Ser it-girl, imagino, es un estado de gracia. Un mohín a diez minutos del restaurante de moda. Un hombre cerca y…