Mi querida Big-Bang: La pesadilla arranca en el lobby de un hotel de gran lujo. Somos un grupo y tardan un rato en darnos a todos la llave de las habitaciones. Ya en el ascensor, quedamos en vernos en diez minutos. Mis compañeros van saliendo en cada piso, menos yo. Porque en mi tarjeta no figura el piso, peor sí una sucesión alfanumérica que me…