Ayer encargué a C. que me hiciera una lista de sus fantasías. Ella es, os recuerdo,  la autora del verbo “improvisar“ con una acepción nueva: llevar sujetador con relleno (así que la improvisación se cuenta por grados, desde la almohadilla leve al recauchutado flotante). C. es, sobre todo,  una mujer sabia que no ha renunciado a jugar porque sabe que ese es el mejor lifting,…