“Por regla general no soy uno de mis temas de conversación, sólo podría serlo si alguna vez te interesara… lo cual podría ocurrir, ¿sabes? -añadió, frunciendo de nuevo el ceño-. ¿Es tan extraño que quiera hacerme sitio en tu vida?” (Elisabeth Bowen. El fragor del día. Ed. Impedimenta) A las cuatro de la mañana me despertó el estrépito de las gotas de agua contra el…