Hay despedidas de efecto retardado. O sea, que estás pero ya no estás. A 48 horas del fin las toallas que tendí ayer no se han secado, lo que podría interpretarse como que hoy no habrá playa. Hemos agotado casi toda la despensa y lo que más queda tras hacer inventario es ginebra, lo cual podría interpretarse como una invitación al desvarío.  Anoche, volviendo de…