Por las noches Minichuki me reta a una partida de ajedrez: “piensa, mami, miensa…”, repite porque sabe que soy una mujer peón que muere matando. La estrategia es un talento que exige arrancarse el corazón para evitar distraerse con el latido. Nunca leí el famoso tratado chino “El arte de la guerra”, así que en su defecto me entrego a las enseñanzas de una niña…