P { margin-bottom: 0.21cm; } “Uno no puede moverse ni un palmo respecto al lugar donde está su corazón”, dice Leonard en “Clarissa” (Editorial Acantilado), la última novela de Stefan Zweig, y apenas unas líneas antes sentencia que “los cargos importantes son peligrosos para los hombres mediocres, les cambian el carácter cuando deben sobrepasar sus propios límites”.  Ay, Clarissa, cómo entiendo que te estés enamorando…