Ayer fui a ver la película “Isla de Perros”, de Wes Anderson, ese director de mirada personal y siempre sorprendente. Y esto es algo de lo que aprendí: 1.Cuando en una película o en general en una historia dotas a los animales de humanidad y a los humanos de lo peor de sí mismos, se consigue una feliz carambola: que el espectador quiera ser perro,…