A mi hija le gusta la pizza el día después, fría y tiesa como suela de zapatos. A mí me sucede lo mismo con la paella. Y con la lectura de Muñoz Molina los domingos en lugar de fresca tinta de sábado. Hoy tocaban Montaigne y Cervantes y me ha parecido muy bien. Sabroso y sin competencia. El atracón de prensa del sábado te impide…