De pronto me miro los dedos y me han crecido las uñas sin permiso. A su libre albedrío y por efecto acelerado del olvido. Corro a buscar las tijeras y piso arenilla de playa bajo mis pies. Me desagrada su tacto tanto como las lunas blancas que coronan apenas dos milímetros mis manos. Manías de diván que no tengo tiempo ni ganas de explorar. Puede…