El Vaticano tiene un calendario de curas macizos. En realidad el Vaticano niega cualquier relación con el almanaque romano, el souvenir más vendido en territorio San Pedro gracias a esas fotos inspiradoras de hombres de buen ver en sotana y alzacuellos, alba con su cíngulo o casulla inmortalizados por un tal Piero Pazzi (en adelante Satán). La belleza prohibida siempre fue más bella, porque crece…