Recuerda Andrea Camilleri a Ingrid y a su nórdica e impetuosa libertad una noche de gatillazo inverso, esa experiencia que todo hombre de bien ha de pasar para quitarle arrogancia a su savoir faire bajo las sábanas. No soy camilierista, pero tampoco insensible a un tipo que sostiene que su legado es la incertidumbre. La sabiduría del amante estriba en sacarse partido incluso en la…