-Mi marido murió hace tres meses. -Lo sé… -Y ahora tengo miedo. -¿De qué? -De morirme yo, ¿de qué si no? Una peluquería es un confesionario con champú, revistas manoseadas y secadores de mano. La mujer reclinada en el lavadero ha decidido no hablar de chismes con su peluquera, sino hablar de su pánico. Y entregarlo junto con su cabeza coronada de canas que ya…