“No sirve para nada intentarlo”, dijo Alicia; “Uno no puede creer cosas imposibles”. “Me atrevo a decir que tú no tienes demasiada práctica”, dijo la Reina. “Cuando yo tenía tu edad siempre practicaba media hora cada día. A veces llegaba a creer hasta seis cosas imposibles antes de desayunar”. Lewis Carroll. Alicia en el País de las Maravillas. Hoy antes de desayunar creo que mi…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutos1-Quitar piojos es subir al monte de Sísifo. También es una cura contra toda soberbia o tentación de glamour consolidado. Eres madre, quitas piojos. Ya está. 2-Si tres hombres te dicen algo por la calle y presumiblemente no han bebido porque son las 8 AM no es que de repente estés muy buena. Es que traías el vestido por la cintura. Adiós a cualquier tentación…
Tres mujeres se sientan a cenar y entre la crema de verduras y la tortilla hablan de hombres. Ese temazo. -¿Sabes que a I. su novio la dejó con una canción, mami? -Se titulaba “maldita seas, vete al infierno” o algo así (carcajada) -Muy sutil, sí… Tres mujeres de entre 11 y 46 años comparten experiencias de amor a la mesa. La primera ha sacado…
Nos creemos muy modernos. Pero siempre hay alguien que nos gana, y así nos lo recuerda el espejito mágico de la madrastra de Blancanieves. “Espejito, espejito, ¿quién es la más moderna de la casa?” pregunto cada noche con la absurda esperanza de escuchar mi nombre un día. “Minichuki, sin duda, que ayer ganó en el patio del colegio una pelea de gallos. (“O sea…
De vez en cuando, a mi adolescente le da por hablar. Normalmente soy yo la que intenta arrancarle unas palabras, mientras ella se afana vertiginosa con el móvil, y apenas obtengo gruñidos de indisimulado fastidio. Pero entonces un día se levanta y quiere tener una conversación que en realidad es un soliloquio en el que destila, imagino, todo lo que ha ido arrojando al caldero…
-Anda, mamá, canta algo para avergonzarnos. Mi adolescente es adorable cuando quiere. Sabe que a mí me ponen un karaoke y me vuelvo loca. Un hijo adolescente, por definición, se avergüenza de ti (si no, o no es tu hijo o no es adolescente). Un hijo adolescente, insisto, hace tiempo que te prohibió ir al cole a la salida, y cuando te empeñas en recogerle…
P { margin-bottom: 0.21cm; } Hay un día en que la pandilla infantil deja de serlo. Los niños que jugaban a chinchar a las niñas se levantan y les piden el número del móvil para mandarles un wasap ansioso: “¿Cuándo venís a la playa?” Y en lugar de excluirlas de sus juegos se pavonean con el balón, mientras con el rabillo del ojo se aseguran…
De todos mis terrores cotidianos, el de perderme es el más frecuente. Las perdidas reincidentes tenemos un chiste blanco que dice: ¿Cuál es el colmo de los colmos de un desorientado?…”Ser guía de grupo”. Viene a ser, salvando las distancias, como convertir en apicultor a un alérgico a las abejas o enviar a un pirómano a apagar un incendio. Si no lo conté fue porque…
Cuando me pongo retórica y estupenda, me llega un mail del presidente de la comunidad de vecinos de la que soy vice, cuyo asunto reza: “Presupuesto de pocería“, y un lacónico: “¿Podrías echar un vistazo y decirme qué te parece?” Nada como un batacazo de cotidianidad ligada a las letrinas para volver a capón a real life. La corriente subterránea pútrida sobre la que danzamos…
Último día del año. Cuaderno de bitácora: anoche me peleé con mi adolescente y fue raro. Parecía una representación de la clásica bronca madre hija, pero muy sobreactuada. Al final, ella se fue dando un portazo no sin antes coger el único objeto que la mantiene unida a su mundo como un cordón umbilical: el teléfono móvil. Era tanta su rabia que se le cayó…