Hay personas que encierran un naufragio. Eso he soñado. La bruja siempre me lo advierte: “Cuidado con Capricornio, vigila a ese Piscis que te chupa la energía”.  Hay carreteras sin arcén y chicos que juegan demasiado a la ruleta rusa. Admito que dormir poco le sienta mal a mis entendederas, pero esta noche he sido arrasada por una ola. Humedad y frío. ¿Cuál es yo palabra favorita del español/castellano? preguntaban ayer. Devastación.

Hay un juego que consiste en cuestionar hasta las convicciones más íntimas. El objetivo es detectar las inercias de una carrera alocada en una dirección que en el fondo nunca hubieras elegido. Por ejemplo: adorar las mangas murciélago. Admirar a Anish Kapoor. Ser de izquierdas, ser de derechas pero desubicado y sin siglas que te acojan. Fingirte madre sacrificada. Beber ginger-ale.

Nadie que beba ginger-ale debería dudar de sus intenciones. Tiene un sabor a medicina. Como si te bebieras un Nolotil inyectable.

Una vez me bebí dos nolotiles. Me había hecho un esguince de altos vuelos y se trataba de ir a que un tal Jesús El Brujo hiciera de las suyas en lugar de la opción B: 21 días de escayola. El citado Brujo no me avisaba de los Capricornios, ni siquiera de mis colegas Aries, sino que con un punzón acabado en curva apretaba con tal saña mi pie que el dolor amenazaba desmayo. El Brujo tenía ciertas convicciones: el dolor, catártico, eliminaría el revoltijo de nervios tarados que era mi tobillo. Yo quería llorar y me tragué in situ el segundo Nolotil. Pensé de inmediato:”Sabe a Ginger-Ale”.

Que Nolotil y Ginger-Ale sean acciones sucesivas es una convicción profunda. Anótese. Que algunas veces Amish Kapoor no te da un subidón lisérgico, también. Que si te rodeas de seres naufragio acabarás enterrado en sal y en vuelto en algas, la tercera.

Ya te he dado elementos para que te marques una interpretación tal vez lacaniana de mis sueños. Me vuelvo a la cama. He de empezar un domingo mejor que este domingo. Mi nueva palabra favorita del español también llamado castellano (Lázaro Carreter dejó su huella en mí, comprobarás) es renacimiento.

Leonardo da Vinci, yo te invoco.

P.D. Jesús el Brujo se retiró, me cuentan. Fijo que vive en Marbella, en su moreno perenne de Casino y store Dolce&Gabbana. Me preguntó qué habrá hecho con sus punzones curvos. Cuendo pienso en él pienso en Tino Casal.  http://youtu.be/-tZVHCkrmjo