No viene a cuento, lo sé

Diálogo 1: En la oficina.

-¿Tú qué prefieres, una despechada o con una recién casada?
-Está claro. Una recién casada es un encefalograma plano de miel, éxtasis y confetti. Una balada de Mariah Carey cantada en un casino de carretera. La despechada es azufre con lejía. Curvas y badenes. Hiel y venganza. Un concierto de Iron Maiden o un dúo de Pimpinela. Con la primera harías una telenovela. Con la segunda un culebrón. Que parece lo mismo pero no es igual.

Diálogo 2: En el restaurante de un hotel de lujo.

-Estoy tan presionado por tener pareja que me he bajado una app que te busca chicos por catálogo.
-A ver qué foto has puesto…¡Con gafas de sol no vale!
-Hombre, si te parece pongo una con legañas…
-Pues yo creo que es mejor ir de menos a más.
-Pues yo creo que es mejor ligar.

Diálogo 3. En ese mismo restaurante, dos minutos después.

A mí el otro día me metió mano un taxista. Lo había llamado desde mi app de taxis.
-¡Anda ya!
-Te lo juro. Se volvió, me puso la mano en la rodilla y me dijo: ¿Y tienes todo tan duro como la pierna?
-Uff. 

Diálogo 3: En el ascensor.

-Hola, ¿qué tal? (semidesconocida)
-Mal. El martes me cae fatal. Es el día más antipático de la semana.
-¿Peor que el lunes?
-Mucho peor. El lunes tiene la anestesia hipnótica del domingo. Al martes llegas a pelo.
-De pequeña yo odiaba los domingos. Ahora me encantan. Es una cuestión de edad.
-A partir de los 40 todo cambia, es una barrera invisible.
-Yo no los tengo aún (tono levemente molesto)
-¿A qué piso ibas?

Diálogo 4: Por mail

 –¿Llevas Rolex o Trolex?
-Uso un viejo reloj alemán hecho artesanalmente en mi barrio de Berlín, Friedenau. No es caro ni barato, como mi ropa. Y es invisible, como yo.

Diálogo 5: Por teléfono

-He decidido irme a vivir con mi novio, pero a tiempo parcial.
-¿Como en régimen de custodia compartida? Eres una moderna.
-Soy una indecisa…
-Bueno, eso también.

Diálogo 6: Por teléfono

Creo que a este paso volveré a ser virgen. Es una especie de involución…Seguro que hay casuística médica sobre el tema. Igual que se te cierran los agujeros de las orejas de no llevar pendientes.
-Mujer, ¿y por qué no te das una alegría con alguien guapo y cariñoso?
-Porque no sé dónde esconderme en el después. ¿Le echo, me voy? No sé… Si no siento algo especial, no me acuesto.
-Ser virgen no está tan mal…

 Diálogo 7: En casa.

-Tienes que comer fruta.
-Por qué no puedo tomar yogur.
-Puedes, pero después de la fruta.
-¿Por qué siempre tienes que llevar tú la razón?
-¿Por qué si te pelo la fruta te la comes?