1.El azar se cruza últimamente en el camino confinado. Llámalo coronaserendipia. El encierro me ha alterado el sueño, de modo que en lugar de irme a la cama a las 22h como solía -de las monjas cada vez tengo más rasgos, si exceptuamos el tino goloso con los dulces- no apago la luz antes de las doce campanadas y madrugo casi como solía. De modo que le he ganado dos horas a la vida diaria, 60 al mes y ¡30 días al año! Así, tras la lectura o un par de capítulos de series –“Estación Berlín”, “The Newsroom”, “Killing Eve” son algunas de las últimas elegidas- conecto la BBC News para chutarme noticias de un mapamundi más grande que el que me brindan las emisoras en español. Y luego invoco a Morfeo, ese diosecillo caprichoso.

2.Anoche, buscando una película que llevarme a la boca, me topé en HBO con “Agosto”, de John Wells. Más una obra teatral llevada al cine y con aroma acre a Tennessee Williams, cuenta la mugre destructiva de una familia de Oklahoma en medio de una canícula polvorienta y seca. Mujeres duras, drogadictas, acomplejadas, débiles, soberbias, castradoras, guardianas de secretos. Gente herida que hace daño o se deja dañar porque no aprendió otra cosa. Hombres cobardes, dulces, abusadores, temerosos. Sometidos hasta elegir -uno de ellos- el suicidio que desencadena la trama. Un reparto espectacular: Meryl Streep, Julia Roberts, Ewan McGregor, Chris Cooper, Abigail Breslin, Benedict Cumberbatch, Juliette Lewis, Margo Martindale, Dermot Mulroney, Sam Shepard, Misty Upham, Julianne Nicholson. Una atmósfera opresiva y una banda sonora que se despide con la increíble versión acústica de un tema que me chifla y me dormí tarareando: Kings of Leon – Last Mile Home acoustic version
La peli es una constatación más de ese glorioso arranque de Anna Karenina (Tolstoi): “Todas las familias felices se parecen. Las infelices lo son cada una a su manera”. (En realidad creo que no existen las familias felices. Creo, como Pla, que “la felicidad no es más que la propina de la vida. Una cosa que nos dan de manera irregular”. Y eso incluye a las familias.

3. He leído a Pla y su “Cuaderno gris” con deleite hace años; es uno de mis top 50. Pero la frase no la recordaba. Estaba en un libro que ha caído de rebote en mis manos y que no hubiera comprado: “Libroterapia: leer es vida” (Plataforma editorial), de Jordi Nadal. El clásico resumen de escritores en píldoras para quienes no leen pero agradecen un barniz de citas de autor. O un impulso enamorado para correr a leer a Canetti, Salter, Pla, Zweig, Camus o La Rochefoucauld. De este último destaca esta frase: “Las personas débiles no pueden ser sinceras”. La suscribo de inmediato y la comparto con la valiente A. Celebramos juntas el hallazgo. Celebro haber superado mis prejuicios y abierto el libro de Nadal. Celebro tener la suerte de rodearme de personas capaces de ser sinceras en tiempos de cobardía soterrada. Celebro que es domingo aún.