Mi querida Big Bang:

Habiendo agotado mis capacidades sociales y granjeado enemigos hasta en la boutique de Gucci, que ya es difícil si no eres Victoria Beckham, me dispongo a lanzar un mensaje al más allá para calmar esta desazón con un grupo nuevo, a saber: Se buscan hombres (y mujeres) con capacidad para practicar la equidistancia moral y el desasosiego teórico. No preciso aclarar en qué consisten ambas cualidades, pero sí que se valorarán aquellas voces que añadan matices a los chungos discursos dominantes, que incluso los pulvericen. Gente que mire transversal, no frecuente los clubs deportivos los domingos ni practique yoga con sus accesorios (comer tofu con hierbas y amar a los perros más que a las personas). Mujeres que no sean madres militantes y hombres que ejerzan de padres a la salida del colegio.

Digo yo que si el fundador de Facebook consiguió crear la red siendo feo y asperge -o así lo pinta la película- muy mal se nos tiene que dar para no aglutinar a un grupo de insatisfechos, pero no amargados; enganchados a las pastillacas, pero no yonkis; amantes de las palabras y del gin tonic en la misma medida. Enemigos de los lugares comunes, el metro en hora punta y las onomatopeyas. Practicantes del buen sexo como quiera que sea. Un punto desmemoriados, frívolos de 4 a 7, militantes de la risa, mejor del descojone, madrugadores (esto es por adecuar nuestros biorritmos, que contra las aves nocturnas no tengo prejuicios), desacoplados, malditos, exaltados, impolíticamente correctos.

Abstenerse los seres esdrújulos y conniventes, los que aseguran levantando la nariz que jamás leen una revista del corazón, las chicas que buscan “conversaciones de chicas”, los que te ven con tacones altos y te sueltan una teoría sobre la dominación de los tiempos modernos, los tardones y melindrosos, los trascendentes solemnes, los frikis disfrazados de normales, las suegras y sus hordas fúnebres.

Ya seguiré otro día, que veo que con tanta precisión voy a recibir una avalancha de voluntarios cifrada entre dos y tres. Bien mirado, lo mismo no doy la talla para mi propio club, pero ya introduciré una letra pequeña eximente, que para eso soy moralmente equidistante…