¿Cómo se despide al psicoanalista?

Posibles respuestas:

1-No sos vos, soy yo (a la cara, con expresión nihilista de empastillada reincidente).
2-Por SMS (ellos no llevan whatsapp): Lo siento, mi subconsciente está de vacaciones.
3.Con un ERE. “Es una lotería, te ha tocado a ti como podía haberle tocado a otro”.
4.Con una amenaza. “Hacienda me persigue por contribuir al fraude al pagarte sin que me des factura. Y por si no te has enterado, se ha abierto el plazo para declarar el dinero negro”
5.A la francesa. “Si te he visto, no me acuerdo”.

Un psicoanalista conoce demasiados secretos. Mi amiga B. lo sabe y anda dándole vueltas a lo del despido, por miedo a represalias. ¿Qué pasa si a la tía le da por hacer un outing de sus inmundicias y cuelga una pancarta de las Torres Kio que rece:”B. siente ganas de asesinar gatitos o enanos yoyoístas” O, mucho peor: “B. sólo se excita sexualmente al son de uno de los temas de la zarzuela “Agua, azucarillos y aguardiente”.

Lo mejor, le digo, es mentir al psicota. Guardarte siempre una serie de secretos que podrían comprometer tu reputación. Por algún motivo absurdo tendemos a creer que el dueño del diván es un ser puro y equilibrado, capaz de sobrevolar por encima de cualquier desviación, que no te juzga y se lo cuenta a sus amigos. Mentira. Si yo viviera de las terapias me haría un blog con los hits de mis pacientes, y triunfaría en sociedad chuleándome de saber de la humanidad y sus miserias.

¿O creeis que Woody Allen se hace sus películas sin pagar a un psicota que le chiva el catálogo de delirios?

Hay un día en el que te das cuenta de que quien analiza tu mente tiene una mente, y no es nada interesante. Los fabuladores esperamos recibir a cambio del billetaco un plus de inteligencia, astucia y savoir faire. Nada me molaría más que tener a House frente a mí, metiéndose Vicodina mientras me ofrece otra empujándola con la punta de su bastón para someterme enseguida a un cuestionario diabólico cuyas respuestas improviso hasta llegar al único diagnóstico posible: un lupus mental de puta madre (con perdón, este psicota es deslenguado)

Lo dejo ya, tengo mucho en qué pensar. Mi amiga B. me necesita como coach para cerrar el telón y le he sugerido que la única forma de acabar con el psicoanalista es… matar al psicoanalista. La versión salvaje y actual del asesinato del padre de Freud. El padre de todas lascatástrofes.