Rodrigo Rato detenido

1.Un hombre detenido en su casa es empujado firmemente por la nuca para entrar en el coche. La imagen más demoledora del extodopoderoso Rodrigo Rato hubiera sido un poco menos letal sin la mano de hierro de ese funcionario gigante mostrando todo el poder y el peso de la ley. El guante de seda no lo vi por ningún lado. Asumo que no está incluido en el pack. A veces la justicia llega en el momento más oportuno para otros. Pero si es justicia, bienvenida sea.

2.Me regala mi querida amiga F. un libro titulado “¿Dónde están las monedas?. Las claves del vínculo entre hijos y padres” (Joan Garriga Bacardí) que asegura que una versión clásica del enamoramiento consiste en esperar que el otro tenga aquello que no nos dieron nuestros padres. “Un pareja es una relación contractual y no incondicional. Hace que las personas se despidan de la infancia“. No había pensado en esta clave para explicar tantos fracasos. Sí en que si no estás en paz con tu historia familiar es difícil escribir la tuya sin demasiadas faltas de ortografía. El libro no es un ejercicio de estilo literario, ni siquiera de corrección, pero diría que en este caso no le hace falta. Ganas de leerlo y subrayarlo este fin de semana.

3.Mi  I. está viviendo algo que yo misma viví a su edad. Una enorme decepción. La sensación de que ahí fuera hay tipos que engañan poniendo cara de buenos. El deja vu me sacude hasta el hígado. No sé qué decirle, no hay consuelo. Al final le cuento mi historia y que el interesado me pidió perdón 25 años después. Que hay quien no te merece, que fue demasiado pronto. Que pasará… Me doy cuenta de que recuerdo perfectamente el día, el lugar, la voz que me dio la noticia, las lágrimas adolescentes y cómo aquello afectó al después. Querría cambiarme por ella, su tristeza y mi experiencia. Sólo me sale acariciarle el pelo y llamarla en diminutivo. Mi niña.

4.Hoy es viernes y nada malo nos puede pasar. No encuentro mi declaración de la Renta. Tampoco los anillos de mi abuela. No sé qué comeremos hoy. Tengo que entrenarme para la carrera. Y en breve cambiar el colchón que las noches de insomnio ya pasaron y está lleno de sombras que se mueven.

5.”La vida es corta, aunque ancha“, reflexiona Andrés Calamaro en sus memorias. Mi querido U. diría alguna burrada de índole sexual al respecto. Pero su alergia salvaje le impide afilar la pluma de esa lascivia divertida. “Desde que tengo memoria recuerdo dos o tres Papas en el Vaticano pero un solo Bob Dylan”. Este libro me provoca curiosidad y sonrisa. Puro viernes.