Mi querida Big-Bang: A la hija de H. su novio le rompió el corazón pero le dejó en herencia un idioma. No me parece mal intercambio. Al fin y al cabo, los corazones rotos se recomponen con superglue pero el francés con acento de Marsella es como el sueldo Nescafé: para toda la vida. En mi observación enfermiza de las parejas suelo buscar intercambios. Belleza…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: La envidia es una forma de suicidio. No lo digo yo, lo dice el autor del libro que estoy leyendo, “El Malogrado”, de Thomas Bernhard, que me recomendó mi amigo H. El destino fatal de dos jóvenes pianistas, virtuosos, que tienen la desgracia de ser amigos de un genio indiscutible, radical, Glenn Gould. El pianista que pasó a la historia por dotar…
Mi querida Big-Bang: Me aterra conducir con granizo. Cada vez que me escapo con el ánimo de reconstruirme me cae por el camino el diluvio universal. Es una maldición. Anoche volvió a pasar. Íbamos J. y yo directos hacia la tormenta. “Mira, allí debe estar sobreviniendo el fin del mundo”, me anunció. Y yo que si conduzco no pienso, seguí apretando el acelerador, como George…
Mi querida Big-Bang; Soy muy partidaria de los rituales iniciáticos. Pero no de vestir a las niñas de novias mamarrachas con tejidos acrílicos para que empiecen a soñar con el hombre de su vida desde su más tierna infancia. Las comuniones, vistas a una media distancia, me parecen un desfile de debutantes enanas presentadas en sociedad sin que les falte un detalle. Con esos tules…
Mi querida Big-Bang: Ando fascinada con los franceses. Y no por Dominique SKN y su devota esposa, esa mujer fornida que lo lleva del brazo ante el juez y lo apoya a muerte frente a la camarera que lo acusa de violación porque los votos matrimoniales mal entendidos son así; tampoco por la diosa Bruni con su incimiente tripa chic. Sino por esa nueva manifestación…
Mi querida Big-Bang: Me asalta una fantasía recurrente. No, no se trata de la de la orgía en el parque de bomberos. Esa ya pasó. La de ahora es mucho más preocupante. En ella tengo un marido. Un hombre que recoge mis migajas cuando me tiro al sofá por la noche, después de un día chungo de trabajo y una vuelta gloriosa al hogar en…
Mi querida Big-Bang: Con cierta frecuencia no sé qué pensar de algunas cosas. El criterio es eso que se resiste a personarse y que huye cuando más lo llamas. Conozco a pocas personas con criterio del bueno. La mayoría lo tomamos prestado de ellas, lo adornamos con unas guindas y mucha nata y lo sacamos a pasear. Me fío, por ejemplo, de cierto escritor colombiano…
Mi querida Big-Bang: Sabes lo que me excitan las buenas historias. Ayer, en el patio del colegio de las Chukis, mi amiga de la infancia me contó una de esas de real life. Un pirotécnico y su esposa cañón son los protagonistas. Cada verano, él la lleva al pueblo con el niño y se aleja con su furgón de fuegos artificiales para recorrer la geografía…
Mi querida Big-Bang: La cultura es un gran antídoto contra la mediocridad y el hormigueo existencial. Después de un Telediario lo mejor es chutarte un Bach o correr a sumergirte en una de esas exposiciones donde no va nadie y escuchas el eco de tus pasos perdidos. Antes de que me taches de falsa cultureta te diré que yo no quería, como los asesinos de…
Mi querida Big-Bang: Me rechiflan los dardos envenenados. Esa habilidad que tienen algunos para hundirte cuando en apariencia te piropean. A mi amiga O. le pasó el otro día. Estaba en una fiesta con un alto ejecutivo. Gay, en este caso. La típica escena de sofá. Y él se refería a lo que piensa de mi amiga, que le escuchaba absorta con su modelazo de…