Mi querida Big-Bang: La otra noche acudí trotona al estreno de una peli guay, Celda 211. El taxista que me llevó era calvo y escuchaba una ópera finlandesa a todo trapo. “Yo soy taxista, pero no me gustan los taxistas”, me dijo a modo de presentación, y el hombre me cayó fenomenal. Cuando un taxista lleva la cabeza rapada sin ser un skin head y…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosQuerida Big-Bang: Anoche me dio el repente y me compré un vestido rojo con escote “palabra de honor”. ¿Es una señal?. Pasado el impulso pienso que lo hice porque nunca he llevado ese escote de nombre tan cursi que te obliga a subírtelo en un gesto tan vulgar, casi chabacano. O sea, que compré mi equivalente en vestido, la contradicción en seda y satén. Un…
Mi querida Big-Bang: Una vez me crucé de piernas en un sitio sagrado y fui amonestada en nombre del altísimo. Desde entonces arrastro un tic Sharon Stone que me lleva a cruzarlas y descruzarlas compulsivamente, agobiada por si he olvidado la ropa interior con el frenesí de la mañana. Sí, por culpa de Charito Piedra hemos perdido la inocencia. Y gratis, porque al menos a…